Hoy, La Casa del Suizo continúa floreciendo como un exitoso resort turístico. A medida que la civilización se acercaba lentamente a Ahuano, Benny cautivado por el desierto, decidió buscar un lugar para construir un refugio más profundo en el bosque. En 1989, su búsqueda lo había llevado por toda la región amazónica ecuatoriana, más comúnmente conocida como «El Oriente». Visitó el territorio indígena Huaorani, el Parque Nacional Yasuní y la región del río Aguarico. A pesar de que le gustaban muchos los lugares que visitaba, descubrió que no eran adecuados para su visión del Lodge en la selva tropical, ya que toda la tierra era propiedad del gobierno. Un día después, saliendo de Pañacocha (ubicado a dos horas río abajo de Sacha Lodge) se detuvo a hablar con uno de los lugareños que viven en la orilla del bajo Napo. Benny habló de su sueño y el hombre le dijo que sabía del lugar perfecto para un Lodge. Juntos caminaron a través de un largo sendero que pronto se convertiría en el actual paseo entablado de Sacha («El Anden»), y llegó a una laguna aislada. Benny inmediatamente se enamoró de esta laguna, llamada Pilchicocha, y decidió que era el sitio que había estado buscando. Luego se reunió con diez terratenientes locales en la cercana Coca, y compró 500 hectáreas de sus propiedades alrededor de Pilchicocha. En octubre de 1991, 170 empleados comenzaron la construcción de Sacha Lodge y su famosa torre de madera («La Torre»).

Seis meses más tarde, la construcción inicial de Sacha fue completa. En abril de 1992, Sacha Lodge fue inaugurada oficialmente con seis habitaciones, un comedor y alojamiento para guías y personal. Durante los primeros seis meses, Benny vivió y administró el lodge. Con el tiempo Benny continuó mejorando las instalaciones mientras compraba más terrenos alrededor del Lodge y hasta la fecha ha adquirido increíblemente 5.000 acres (2000 hectáreas). Esta hermosa propiedad ofrece un refugio seguro para una tremenda variedad de plantas y animales nativos de la Amazonia ecuatoriana y una maravillosa oportunidad para que los visitantes experimenten por sí mismos.